Fui de paseo a un lugar especial montada en un viejo carrusel... mágico, cuando fui a Disney, el caballo subía y bajaba y al mismo tiempo giraba, cada vez más rápido sentía que mi cuerpo perdía fuerzas ... de repente me encontré en el castillo de la Bestia junto a la Sra. Pot. Comencé a preguntarle por el resto de los personajes, pero solo me preocupaba una cosa, no quería que mi papá se perdiera en el bosque, que Gastón se enfrentara con la Bestia y angustiada le pregunté a la Sra. Pot: “¿Qué hago? Quiero un final feliz, que la Bestia se convierta en mi príncipe pero sin las luchas”. “Si te dejas enamorar tendrás un final feliz...
Sonaron las campanas del reloj, era la hora de la cena y la Bestia ví venir. Me tomó de la mano, me llevó al comedor, cenamos juntos a la luz de las velas, salimos a caminar bajo la luna y en aquel momento vi la primera estrella de la noche y le pedí que llevara mis más íntimos deseos al hada de los sueños.
Al regresar al castillo le leí cuentos a la Bestia, terminamos aquella noche bailando en el gran salón, sentí mi corazón latir con gran fuerza, el hada de los sueños estaba poniendo en mi, amor para la Bestia y mientras dábamos vueltas al bailar, la bestia en príncipe se transformó. Mi sueño se había convertido en realidad y colorín colorado este cuento se ha terminado.
Mónica Caram
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